En los pocos ratos libres en los que no están atacando al Gobierno, los de la oposición se muerden entre ellos. Y cada vez con más ferocidad.
Carrió sigue tirando toneladas de lodo sobre Binner, al que acusa de haber pactado con el gobierno; su aliado en la Coalición le devuelve la gentileza protestando: “Cada ve que va a Santa Fe siempre va con alguna diatriba” –que es la manera gorila de decir que la dagor siempre va a tirar mierda, les traduzco compañeros por las dudas. Además, el santafecino se cuida de quedar bien lejos de cualquier iniciativa oficial, aún de aquellas que el día de mañana lo situarían en un mejor papel histórico. Afirma que el “el Fondo del Bicentenario es invotable para el socialismo”, pero no lo fundamenta. Es raro, porque si algo han tenido tradicionalmente los socialistas es un discurso bien articulado.
Otros antiguos aliados que ya ni se saludan son De Nárvaez y Macri. El primero evalúa contratar a su doble televisivo, Roberto Peña, como atractivo principal de una campaña en vía pública que lo iría posicionando de cara al 2011. El también habrá escuchado decir: “No ganó él, sino el imitador de Tinelli…”, y el dato, lejos de moderar su autoestima, le dio la idea para aprovechar la volteada. Y Macri…, qué decir de sus firmes avances en el camino del fascismo, que por supuesto, no debe confundirse livianamente con nazismo (a pesar de la carita de Maurizio): la prueba es que su más flamante adquisición, Alejandro Mellincovsky, portavoz de la Metropolitana, cumplió este mismo cometido para el ejército israelí. Radicado en Tel Aviv, era vocero de esta institución frente al mundo de habla hispana. Y tanto se fue encariñando con la realidad latinoamericana, que opina seguido sobre ella, sobre todo de Bolivia y de Venezuela, a quienes relaciona con el extremismo islámico. Un amor de persona…
Como Duhalde, que coquetea con todos los que puede, sobre todo con Reutemann, a quien debe confiar en mantener medicado para que no salga con ninguna guarangada y afirme alguna construcción camino al 2011. El objetivo parece caerse, ahora se ve más cerca, ahora se aleja… Pero como en sus sueños –cada día menos peronchos– se ve acompañado por la Iglesia, “los radicales de buena voluntad” y el campo, no pierde del todo la fe.
Mientras tanto, Pino calla y deshoja la margarita: ¿se opondrá al Fondo...o se abstendrá? ¿Terminará de alinearse con la derecha? ¿O buscará refugio en la ambigüedad?
Y Cobos… consiguió quedar mal con todos. Tanto consultó, calculó, sopesó, diagramó con trazo sinuoso para salir bien parado del tema Redrado, que no llegó ni siquiera a la tibieza. En la UCR ya miran hacia Alfonsinito. Otro que ya tomará un baño de realidad. Aunque dice Horacio Verbitsky en Página 12 de hoy: “Cada vez son más los radicales que creen que es mejor un buen segundo puesto con el hijo de Alfonsín que un triunfo de, con o para Cobos”. Es que la oposición es un espacio donde jugar tranquilos, pelarse, amigarse, decir enfáticamente lo que sea y mañana desdecirlo… En cambio el gobierno no sólo hay que ganarlo en las urnas: hay que tener con qué sostenerlo, como bien sabrá De La Rúa.
Entrada de: Inconsciente Colectivo
ESPAÑA, TRAS LOS PASOS DE ARGENTINA
Hace 12 años
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