miércoles, 24 de febrero de 2010

MANZANAS PODRIDAS EN BOEDO


Si hay algo que crece es la cantidad de gente que se siente parte de la "mierda oficialista", como nos gusta llamarnos a los defensores del gobierno de Cristina desde que cobró notoriedad el ingenioso tema muscial de Barragán que se propala por 6,7,8 y que ya está en youtube
http://www.youtube.com/watch?v=Y2i4BiYHGak Está fenómeno. Lo recomiendo. Fortalece y divierte. Y si resistimos es por el ingenio y la voluntad de alegría y reivindicaciones que tenemos. El gobierno y nosotros.
Hoy subimos un video de Manzana Podrida, un muy buen grupo de rock del barrio, a dos de cuyos integrantes tengo la dicha de conocer. Gaby y Walter (el Róber lo nombré en alguna otra entrada) son hermanos, músicos, buena gente sobre todo y por si fuera poco patriotas de Boedo, su lugar en el mundo. Lo dicen a quien quiera escucharlo. Barrio que acaso está empezando a ser un poco el mío también, después de tantos años lejos del Lomas natal. Acaso por el tango, por Manzi. Y porque me encontré con tipos como ellos.
Walter o Róber, como ya dije (y no sé por qué le decía Róber al Walter, yo) además tiene un quiosco y los domingos me guarda Página y Miradas al Sur. Charlamos mucho. Hoy le compré el Página, quería tener ese diario, con la foto de Francisco Madariaga Quintela, el pibe recuperado 101 junto a su padre. Pibe, digo y miro la foto de un muchacho de cara buena, al que tengo ganas de abrazar, casi como si fuera mi hijo.
Ambos, Walter y yo, somos cristinistas manifiestos, comentadores compulsivos de las parodias armadas por los que ejercen el sacerdismo del peridocio y seguidores de Orlando Barone y el programa 6,7,8. Tratamos con asco los brulotes del diario del monopolio y de sus socios menores y realizamos la prédica por el Proyecto Nacional y Popular. Compartimos varias cosas, entre ellas la reivindicación de la esquina como púlpito, centro de producción de pensamiento, lugar de circulación de información. En fin, no tenemos redención. Somos la "mierda oficialista". Las manzanas podridas de Boedo...
Walter me contó en estos días que le dio de baja virtualmente hablando a la mitad de los amigos del fesibuc porque más que amigos, eran enemigos de Cristina. Esos a los que no se le cae el yegua de la boca y buscan cada día cómo relacionar a los k con alguna desgracia. Lo que pasa es que el vago no se bancó las ofensas y los disparates y les echó flit a unos cuantos con altura y precisión. Entendió que eran irredimibles y asumió la defensa de Cristina sin más. Y además, de puro provocador, subió una foto al feisbuc haciendo la V peroncha junto a una compañera y con un ejemplar de Miradas al sur en la otra mano. ¡El atrevido!
¡Linda foto! Los dedos en V y una sonrisa. No se lo bancan nunca porque es una foto compañera, digamos.
Está bien asumir, salir de la oscuridad, mostrarnos con orgullo, le escribí en el fesibuc cuando vi la foto, aunque al día siguiente se lo dije face to face. Sabemos lo que se siente cuando te miran como si estuvieras leproso tan sólo por decir "soy peronista", pero hacen falta el compromiso y la prédica. Convencer a la gente de integrarse a esta zona energética positiva, de logros y reconquistas de derechos, de la que el Gobierno es parte fundamental. Un gobierno que va pagando deudas contraídas por otros; que construye con amor tratando de llevar justicia allí donde hasta hace poco reinó el abuso y la extorsión neoliberal. Le escribí no porque él no sepa esto, sino porque me parece indispensable consignarlo cada vez que se presenta una oportunidad.
Esta también lo es para decir que cada día somos más los que sabemos que el proceso de cambio que empuja y empuja como nadie Cristina necesita mucho apoyo explícito, que siempre hace falta fortalecer la creencia de que este es el camino correcto y hacerles entender a tantos remisos lo evidente: que la Argentina se recuperó del desastre gracias a las políticas redistributivas puestas en marcha por Néstor y profundizadas por Cristina, y con ello también se recuperó la mayoría de los argentinos que habían sido despojados y quedado afuera del sistema por las políticas económicas de Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde, no sé si los recordamos todos con nitidez. Y hace falta ese compromiso público y notorio con el proyecto porque la pelea parece empezar recién.
Por suerte al Walter, el diariero de la esquina, el que está orgulloso de laburar desde que nació en ese quiosco que heredó de su padre -otra alma noble, seguramente-, la indiferencia no le sienta y le dio por sacar la cara por los otros, por ponerse contento porque hay nueva ley de Servicios Audiovisuales, porque Aerolíneas volvió a ser nuestra; porque los jubilados cobran y tienen aumentos, porque millones de chicos reciben una asignación otorgada por el gobierno. Y es feliz porque lo hizo una mujer -Nuestra Mujer le digo- que es atacada constantemente por todos esos actos de reparación, por esas caricias, por la protección brindada a tantos compatriotas ante tanta injusticia y maltrato repartido durante años.
Walter sabe como nadie que la cuestión es económica, claro. No le van a enseñar justo a él, que maneja guita y mercaderías y compra y vende y garpa desde siempre; pero también entiende que la cosa es filosófica y cultural. "Tenemos que explicar lo evidente", me dice con vehemencia, y vuelve a decir con esa sabiduría que forjan la experiencia, el laburo y la yeca que "mientras más participen del reparto de la torta y más equitativamente, mejor le irá al país"; que hay que comprender y actuar en la realidad desde nuestras propias categorías de pensamiento; que hay que apoyar y promover las creaciones originales de nuestros artistas y pensadores y científicos... Y hasta se saca un poco cuando hablamos de lo que callan o tapan los diarios. Claro, él les ve las tapas todos los días de la vida. Yo, si quiero, me privo de hacerlo sin culpa y con toda tranquilidad.
No me imagino comprando el diario o las revistas en otro lado. El quiosco de la esquina es un puerto seguro. Estamos en el mismo rancho, cascoteado por una recua de malditos, pero nos une y protege una creencia. Los dos sabemos que contra viento y marea -en realidad contra el odio desatado por las empresas de comunicación y de desinformación como TN, Clarín, La Nación, Diario Perfil, América TV que son en sí mismos un partido político- y a pesar de la oposición política abierta o solapadamente golpista, la Presidenta está haciendo algo (mucho) por los laburantes, por los más desprotegidos, también por los empresarios, y por mucha gente de la clase media que cree que cambia el auto o va a Pinamar porque se lo ganó solita, con su esfuerzo, sin ayuda de nadie, por abstracción, como si el resto de la sociedad no fueran parte de la realidad. Y como si el Gobierno no fuera responsable de la recuperación económica de la Argentina. Recuperación que le permitió a más de cuatro pasar de comer tartas de zapallito conseguidas por 10 créditos en el club del trueque (hace poco, en 2001), para estar hoy mismo clavándose un buen bife de chorizo, por ejemplo; mientras muchos propugnamos el boicot al consumo de carne, agrego con intención.
Dar la cara, y hacer nuestro relato de lo que ocurre, para que no sigan diciéndonos lo que nos pasa y lo que que hay que pensar y lo que se les venga en gana Santo Biassati o María Laura Santillán, Kirschbaum o Nelson Castro, Gisella Marziotta o Joaquín Morales Solá. En fin, esos que ya conocemos demasiado. Dar una versión propia acerca de nosotros y de los temas que nos interesan. Eso que hace Walter todos los días, con los vecinos, con los clientes ocasionales, desde las 6 de la matina hasta la 1 todos los días en el quisoco. Y también desde el escenario, con Manzana Podrida. Escúchenlo. Vale la pena.

Entrada de: Osvaldo Tangir

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